Las pedagogías abiertas en educación musical: una puerta en la jaula pedagógica tradicional.

Recientemente tuve el privilegio de ser parte de la fiesta pedagógica musical más importante de Latinoamérica: El XXV Seminario Internacional del FLADEM (Foro Latinoamericano de Educación Musical); un verdadero banquete de pensamiento y compromiso por la musicalización de todos los pueblos. Esta vez desde la maravillosa capital de Colombia, Bogotá. Durante las múltiples oportunidades que tuvimos los docentes de música para pensar y experimentar nuevas formas de musicalización formal y no formal siempre nos preguntábamos y, ¿por donde empezamos a compartir la experiencia vivida cuando regresemos a nuestros contextos laborales? Debo comentar que ese ha sido mi reto desde que forme parte del primer Seminario Internacional del FLADEM. Esta vez, la misión de difundir las pedagogías abiertas y distinguir la transferencia del conocimiento musical de manera inclusiva y empática escaló nuevos peldaños. El discernimiento del hacer musical desde la lógica del sonido y su función social y cultural se convirtió en la punta de lanza de una buena masa de los asistentes.  Pero… ¿Cómo concretizamos la teoría? ¿Como la “operacionalizamos” en nuestros contextos laborales sin afectar negativamente las exigencias de contenido? Ciertamente estas y muchas interrogantes saltan en búsqueda de respuestas que posiblemente no llegarán de inmediato. Un buen inicio podría labrarse identificando lo opuesto; las pedagogías cerradas. Así pienso que se lograría una mirada de lo definido desde lo indefinido. Proponiendo cuestionamientos para evitar algunos límites en torno a las palabras-objetivos y proveer un marco de reflexión-acción tan amplio como sea posible. Consientes que desde algún lugar debemos partir para provocar nuevas vertientes e identificar lo indefinido, propongo como punto de partida la elaboración del concepto y la descripción de las pedagogías abiertas que la Mstra. Carmen Méndez (Costa Rica) realizó en la clausura de este evento reciente; “Las pedagogías abiertas son enfoques metodológicos que tienen como pilares fundamentales la acción pedagógica, la creatividad, la vivencia y lo experimental”.  Además, esta autora enfatiza en que, “aspectos como la libertad, la imaginación y la fantasía son elementos claves para desarrollar, de manera personalizada, estilos propios de trabajo en el aula”.

Desde mi perspectiva, la acción pedagógica implica la gestión de apropiarse de la oportunidad de aprender enseñando y propiciar la fenomenología implícita en la propuesta de la Mtra. Méndez. Conllevaría provocar cuestionamientos del hecho cercano y el sentirnos aludidos en primera instancia. Para eso, se podría utilizar la creación de preguntas en colectivo. En muchas situaciones de lo concreto a lo abstracto o de lo irrelevante a lo relevante (o viceversa). Por otro lado, podemos usar el principio de no rendirse al hecho prescrito y abrir la posibilidad de modificar ese hecho. Es decir, cambiar el es, por lo que no debe ser.  La música no es solamente blancas, negras y corcheas, la melodía no siempre es agradable, el sonido no debe ser mas que notas, la experiencia musical no debe ser para algunos, son unos pocos supuestos para ir formando nuestras ofertas de enseñanza.

Algunas sugerencias de inicio podrían ser a través de la improvisación y una posible composición en grupo. Utilizar músicas diversas y alterarle el acento (porque no siempre el pulso se acentúa igual), crear comienzos y finales de canciones conocidas, modificar el timbre de la voz utilizando consignas de estados emocionales (alegría, tristeza, coraje, pasión, etc.), proponer nuevas formas de ejecutar los instrumentos musicales disponibles, crear formas diversas de grafía musical formulando lecturas propias sobre ellas, experimentar la escucha de sonidos cotidianos y problematizar sobre la permanencia o eliminación de ellos, y un largo etcétera apuntaría hacia la musicalización personal y colectiva de nuestros alumnos en libertad y participación. En fin, quisiera culminar esta búsqueda por la palabra-acción con una consigna que me compartió un amigo y gran director de orquesta; “Hay que buscar y explorar en el hoyo negro de la negra para conocer lo que la música quiere significar.”