10 estrategias para un mejor manejo del salón de clase

Primera parte: pre-K a 4to grado

Es importante que se identifique el tipo de actividad que se quiera llevar a cabo durante la clase de música, tomando en cuenta el tipo de conducta musical que se quiera desarrollar. No obstante, es necesario que se establezcan límites de tiempo y espacio para poder establecer los momentos de escucha atenta, de movimiento, de relajación, de concentración, de comunicación, de expresión, de ejecución musical, entre otros. Por ejemplo: debe haber una rutina de comienzo y final de las labores; una canción inicial, un calentamiento vocal o corporal, algún ejercicio de respiración o actividades de energización. Por otro lado, al final de la clase se puede utilizar una canción de despedida, una melodía instrumental que establezca final u otras actividades que resuman lo aprendido en clase para terminar. No podemos olvidar que cualquier momento es bueno para hacer música. Por lo tanto, podemos insertar situaciones musicales en nuestras estrategias de interacción saludable que no significa otra cosa que promover una participación mayoritaria de los estudiantes en la mayor parte del espacio de enseñanza.

A continuación, les recomendaré algunas ideas iniciales para manejar el comportamiento de estudiantes en el salón de clase:

En el salón:

1.     Conozca totalmente el espacio que ofrece el salón (dimensiones, salidas y entradas, ventanas, etc.)

2.     Ubique el mobiliario y los materiales de forma práctica y accesible.

3.     Prepare y asegúrese de que el equipo tecnológico, de sonido y demás recursos necesarios para la clase estén listos y funcionando.

4.     Puede organizar el espacio por estaciones; para movimiento corporal, para ejercicios de piso, para ejecutar instrumentos musicales, para escuchar contenidos sonoros etc.

5.     Siempre tenga en cuenta todos los acomodos de sus estudiantes con diversidad funcional y sus posiciones entre sus pares.

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Para los estudiantes:

1.     Memorice el nombre de todos los participantes en la clase.

2.     Establezca contacto visual siempre y trate de identificar cambios en ellos como modificaciones de recorte de cabello, nuevos espejuelos, algún accesorio de su vestimenta etc.

3.     Asegúrese de que todos conozcan las reglas del salón y repítalas de forma creativa durante la clase.

4.     Cree consignas sonoras para mantener el comportamiento esperado. Aplaudir para ponerse de pie y caminar a tempo o para contestar una pregunta rítmica son buenos ejemplos.

5.     Promueva como rutina que todas las actividades tengan comienzo y final. Por ejemplo: si terminó la actividad de expresión corporal y comenzó la de canto grupal todos los estudiantes deben estar claros de no mezclar las actividades para el beneficio del grupo. Si quieren repetir una de las actividades, el maestro podría ubicarla al final de la clase como final.

El principio de libertad y de expresión no debe ser confundido con el de respeto a los demás. En lo referente al comportamiento en una clase de música no necesariamente es de silencio total ni de rigidez en el movimiento. Lo importante es procurar un ambiente de creación musical como experiencia para encontrar nuevas soluciones a las situaciones que se vayan presentando en la vida.